martes, 22 de diciembre de 2015

Descubrí... Sin querer


A veces las mejores cosas ocurren cuando menos te lo esperas, sin ni si quisiera pensarlo, la espontaneidad es lo mejor en estos días, puesto que es efímera y sincera, como debe de ser la vida.

Volviendo al día a día, puede ser complicado explotar al máximo la felicidad en la vida de una persona, siempre he pensado que la gente es triste por que quiere, aún después de todo lo que puede llegar a pasar en la vida de una persona, aún queda siempre algo por lo que sonreír, solo se tiene que encontrar un motivo, tonto, pero algo en lo que puedas creer, tal vez no ciegamente, pero si encontrar un poco de seguridad y un reconfortante escape de los que podrían ser los peores días en la vida de una persona.

Ánimo, ya casi nos morimos.

Descubrí...
Descubrí que no hay nada que sea lo suficientemente malo como para preocuparse más de 5 minutos.
Descubrí que para ayudar basta una buena intención y convicción.
Descubrí que los martes pueden ser viernes.
Descubrí que eres especial.
Descubrí que no hay nada que una cerveza con los amigos no arregle.
Descubrí que tienes el cabello demasiado chino.
Descubrí que siempre hay un lunes.
Descubrí que los sábados es mejor pasarlos en familia, más que los domingos.
Descubrí que no le hace daño a nadie ser un poco ordenado.
Descubrí que aunque tratas de controlar muchas cosas y de programar tus días, sabes disfrutar de la improvisación.
Descubrí que me gusta dejar todo al azar.
Descubrí que solo aprendes lo malo.
Descubrí que también lo bueno.
Descubrí que eres alta en espíritu.
Descubrí que comprendes más de mí, que yo mismo.
Descubrí que tu corazón es más grande que tu espíritu.
Descubrí que tienes total convicción por lo que haces, y por eso eres buena en eso.
Descubrí que necesitas confiar en mi, para yo darte confianza a ti, y así superar tus miedos.
Descubrí que puedes cocinar en una estufa.
Descubrí que no puedes pasar un día sin hacer nada.
Descubrí que te gustan las cosas sencillas.
Descubrí que puedes hacer algo por mí, por que te nace.
Descubrí que te gustan los chocolates, pero solo al quitármelos.
Descubrí que tienes cara de cacerola.
Descubrí que no se puede esperar que las cosas salgan siempre bien.
Descubrí que hay días buenos, y otros malos, pero siempre hay otro día.
Descubrí que eres la señorita de los tambores.
Descubrí que amas lo que haces.
Descubrí que pareciera que de alguna manera, recordaras mucho de lo que digo.
Descubrí que me prestas demasiada atención.
Descubrí que eres la megor.

Pero después de todo este tiempo, descubrí que sin querer, que te quiero poquito, por tus quesadillas.

Jejep.

miércoles, 18 de noviembre de 2015

Embriagarse

Yo nunca he entendido que función cumple el hecho de embriagarse, pero lo disfruto, disfruto estar borracho, disfruto no tener el control sobre la mayoría de mis acciones, disfruto la falta de coherencia al hablar, disfruto la fuerte atracción de cometer estupideces, pero lo que más disfruto es que te sincera, te hace saber lo que de verdad quieres y anhelas, ya sea otra cerveza o la vida que esperas tener, pero nunca te miente.

miércoles, 25 de marzo de 2015

el viejo sillón verde

Estoy tumbado otra vez
en este jodido sillón viejo
antes era de color gris
pero ahora es de color verde
un cambio estético nada mas
pero por dentro sigue siendo el mismo.

Así es como nos pasa a todos
la gente a nuestro alrededor,
siempre van a notar nuestros cambios exteriores;
mas sin embargo nunca captan nuestro verdadero ser
esto estaría bien
si todos fuéramos superficiales
pero no lo somos
nos metemos mucho en lo emocional
que nunca nos ha servido de nada.

Tal ves si dejaras de tomarle importancia
a los sentimientos
a los pensamientos
y sobre todo a las actitudes,
enfocarse solo en lo superficial
así sería todo más fácil
pero nada nunca es fácil.

Éste viejo sillón
donde he dormido,
donde he jodido,
donde he comido,
donde he soñado,
donde he estado toda mi vida,
el maldito sillón,
incomodo e insufrible
pero es mi sillón.

aun que sea verde

domingo, 1 de marzo de 2015

El erizo y la niebla

Se dice y se habla de muchas cosas acerca de la estabilidad emocional, pero lo cierto es que resulta difícil aceptar que todo puede ir bien hasta que te involucras demasiado con una persona. Trato de escribir esto de forma objetiva pero la verdad es que no puedo, puesto que nunca ha sido lo mío lo de ser una persona objetiva, simplemente tengo mi opinión y es todo lo que sé.
La triste realidad es que no se puede dejar el pasado atrás y ni mucho menos negarlo, y es por eso que todos somos esclavos de nuestras propias acciones y palabras. Todo esto es muy triste porque nuestras capacidades al final de cuentas son limitadas por la incertidumbre y la fría sociedad en la que vivimos, pues dentro de esta niebla hasta el más pequeño erizo resultaria víctima de esta ridicula sociedad que te hace ser solo uno más en este movimiento masivo de masas que extrañamente aunque esten en movimiento nunca van a llegar a alguna parte puesto que sus acciones son tan limitadas que prácticamente lo único que decidirán en sus vidas será el color de su nuevo teléfono o de su auto de lujo, al intentar comprar su felicidad, la cual parece nunca llegar.
Y yo sé que no tengo un gran nombre, y que mi opinion es simplemente algo minúsculo que se pierde en la infinidad de opiniones que existen y eso no me entristece, yo soy feliz con despertar cada día, aunque la niebla cada vez es más espesa y eso me hace sentir un malestar, ese sentimiento de que en cualquier momento podría morir sofocado. Siempre es difícil respirar con la niebla cubriendo todo este lugar, muchos me preguntaran ¿por qué no sales de la niebla? Pues la respuesta a eso es que yo hace tiempo que decidí adentrarme en esta niebla, por más peligroso que fuera, soy un simple erizo y no tengo nada que perder, nunca he tenido nada más que mis púas que ahora de lo gastadas que estan; y como no lo estarían despúes de tantas veces que me salvaron mi pellejo; ya no pueden proteger lo que queda de mí. Solo soy un erizo desgastado y solo en este mundo que aunque este lleno de personas cada vez estamos más solos.
La vida como erizo es muy sencilla cuando te dedicas a hacer lo que un erizo debería hacer, pero un día decidí ayudar a un perro viejo a cazar, mi ayuda; aunque hice todo lo que estaba a mi alcance; ni sirvió de mucho, y mis intentos fueron en vano. Al final le compartí de mi comida y eso lo ayudó un tiempo, hasta que un par de oseznos necesitaban alimento y su madre acabo con el pobre perro viejo. Yo lo consideraba un amigo, y le compartía lo poco que tenía. Y el me salvó el pellejo de un puñado de zorros muchas veces, y en una ocasión hasta de un búho, y lo triste es que el ya no esta, y ahora no es nada más que eternidad. El es parte de la gran cadena, "todo es uno, uno es todo".
Eso es un poco de mi vida, otra parte es que yo nunca he podido convivir con otros erizos.