Hay días donde es más sencillo sincerarse, pensar de una manera objetiva; la vida apesta.
Todos los días tengo estos pensamientos suicidas, no de querer acabar con mi vida, si no de dejarla pasar, como si estuviera viviendo la vida de alguien más... Veo a mis amigos viajar y conocer el mundo, tocar fondo y volver a levantarse, la gente suele ser muy ambiciosa en estos aspectos, pero lo quieren todo sin sacrificar nada... Yo veo las fotos de los viajes cada cierto tiempo, con la esperanza de poder encontrar ánimos y valor para hacer lo que yo quiero hacer y dejar de hacer lo que los demás dicen que es lo que se debe hacer, espero algún día poder hacer lo que a mí me hace feliz como lo hacen muy pocos...
Descapullarse... Destruir cada día de mi vida, solo para aparentar estar bien, lo que más quiero en este mundo es tranquilidad, cuanto puede costar la paz mental? Es muy fácil, nunca tengo ese cargo de conciencia, no funciona conmigo.
A veces es mejor cuidarse de la gente, nunca se pueden conocer las verdades intenciones de una persona, todo es muy complicado, porque se trata de personas, y siempre se complican la vida, le dan importancia a sus problemas y hacen de ellos la gran cosa, por simple vanidad.
Y a mí me importa muy poco.
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